jueves, 7 de enero de 2016

CENANDO CON LOS ZARES ...LA OPULENCIA DE LOS ANTIGUOS MANDATARIOS RUSOS


"CENANDO CON LOS ZARES DE RUSIA" la muestra que conmemora el quinto aniversario del El Hotel Hermitage de Ámsterdam celebra su quinto aniversario con la muestra “Cenando con los zares de Rusia” con más de un millar de piezas de ocho imponentes vajillas utilizadas por emperadores y zares entre los siglos XVIII y XX. También expone los menús de la época y revela la importancia de la porcelana como regalo político: para impresionar a un monarca, o bien a un dictador como Stalin, nada mejor que un exquisito servicio firmado por Sèvres (Francia), Wedgwood (Reino Unido), o Meissen (Alemania).
La exposición, que estará abierta hasta el 1 de marzo, cuenta con un comedor inmenso repartido en mesas rebosantes de platos, copas, tazas, soperas, fuentes, salseras, cubiertos, candelabros y figurines firmados por las fábricas europeras más prestigiosas.
Ahí se exhibe la vajilla de Meissen, la primera porcelana fabricada en Europa, y regalada en 1744 por el rey Augusto III de Polonia a la emperatriz Isabel I de Rusia. La perfección de su decoración floral se debe a la traza de los artesanos, que buscaron modelos en los libros de botánica. Es delicada pero sin mensaje añadido. Otras llevan una carga política y diplomática singular.
Las 400 piezas enviadas en 1772 por el rey Federico II de Prusia a Catalina la Grande, por su victoria en la guerra ruso-turca (1768-1772) muestran escenas militares. Cada plato recogía un momento distinto, y el conjunto “supone un mensaje diplomático del rey prusiano para el comensal que cenara en Rusia”, explica Lydia Liackhova, experta en el simbolismo político de este tipo de porcelana.
El otro encargo, llamado Servicio del Camafeo, responde a un amor. Catalina tuvo un romance con Grigory Potemkin, teólogo aficionado y soldado de la baja aristocracia que se convirtió en la persona más influyente del Estado. Para él pidió a la casa francesa Sèvres un juego de 744 piezas de porcelana policromada, en azul y oro.
También se muestra el estilo francés del comedor de los zares rusos: las fuentes llenas sobre la mesa y el banquete comenzaba cuando llegaba el monarca. A finales del XVIII y principios del XIX, se impuso el modelo ruso. Cada plato, lleno, era servido a los comensales. Y ¿qué comían? Pavo, ciervo, liebre, pato, tortuga, codorníz, esturión y salmón, ostras y caviar. De postre, pasteles, fruta exótica y helados.
Podremos ver cómo se organizaban las salas para los banquetes, cómo se preparaban las mesas y cómo la decoración de estas mesas fue cambiando a lo largo de los años que transcurrieron durante las dinastías de los zares. La exposición cuenta la historia de los bailes extravagantes y los banquetes más espléndidos del reinado de Catalina la Grande , cuando centenares de platos eran servidos en un solo banquete y miles de invitados asistían a los bailes.
El último zar, Nicolas II  y su mujer Alejandra, quién organizaba la mayoría de los grandes bailes pero estaba presente lo menos posible, fueron los últimos, de esta época del Imperio Ruso, en capturar la imaginación de todas las cortes a través de estas piezas. Las vajillas de porcelana iban acorde con las normas de protocolo de la época, acompañadas con centros de mesa, cristalería con montura de oro, candelabros, floreros y decoraciones en las paredes.
La exposición ofrece un amplio rango de piezas, no solo las vajillas, sino también la cubertería, cubiteras para las botellas de licor, copas de helado, figuras de mesa o los saleros. También introduce al visitante a las costumbres culinarias típicas imperiales, unas cenas donde los banquetes se componían de 300 platos. En el amplio menú el postre era lo más relevante de la comida y el plato ideal para mostrar a los invitados el gusto refinado y saludable que tenía la corte.
Entre los siglos XVIII y XIX los bailes y los espectáculos se convirtieron en eventos cotidianos para la clase alta en los que el chismorreo y los escándalos estaban también presentes, un detalle que también se muestra en la exhibición. La vajilla que una vez utilizó Stalin, expuesta por primera vez al público, es la sorpresa final que cierra esta muestra. Nunca antes Holanda había tenido una exposición que reuniera tantas piezas de porcelana juntas como lo hace el Museo Hermitage de Amsterdam.
El Hermitage de Ámsterdam exhibe la opulencia de los antiguos zares y mandatarios rusos (FOTOS)
El Hermitage de Ámsterdam exhibe la opulencia de los antiguos zares y mandatarios rusos (FOTOS)
El Hermitage de Ámsterdam exhibe la opulencia de los antiguos zares y mandatarios rusos (FOTOS)






http://elpost.com.ar/2014/09/03/el-hermitage-de-amsterdam-exhibe-la-opulencia-de-los-antiguos-zares-y-mandatarios-rusos/
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